Abstract:
La educación debe alumbrar el camino de los cambios históricos. Mientras más complejas devienen los problemas sociales, económicos, culturales y políticos, más esencial se hace la tarea de promocionar la educación integral y permanente para todos. Reconozcamos el violentismo de quienes generan la desigualdad social, la injusticia y el atraso. No seamos conformistas, asumamos el rol que nos corresponde.
Los gobiernos conservadores se dedicaron a burocratizar y rutinizarla. Crearon o permitieron que surgieran escuelas, colegios, institutos y universidades públicas o privadas donde la calidad no importa.
Teniendo en cuenta que el hombre solo por la educación llega a ser hombre, es imprescindible tener una educación adecuada. Debemos trabajar con un currículo integral porque necesitamos formar personas capaces de pensar, sentir, actuar y valorar.
Por falta de educación auténtica vivimos ambientes violentos y prescindimos de las normas de convivencia social. El desempeño del Estado es deficiente. No todos tenemos las mismas oportunidades sociales, económicas, culturales ni políticas.
Muchos corruptos son frutos de una educación tradicional; sin embargo, de modo interesado, prejuzgan que solo los analfabetos o ignorantes son delincuentes y no toman conciencia de sus errores y omisiones. Recordamos a Fujimori que ocultaba nuestra pésima educación y alardeaba con cinismo que iba por buen camino y que faltaba poco para ser la mejor de América Latina.